Por un lado, a aquellas personas con un trastorno psicológico, donde el objetivo principal de la terapia será el control de los síntomas y el aprendizaje de estrategias y habilidades para prevenir la reaparición de los mismos.
Por otro lado, la terapia también está orientada al crecimiento personal del individuo. No es necesario presentar un trastorno psicológico para poder beneficiarse de la ayuda de la terapia. Dificultades de adaptación a nuevas situaciones vitales (separación, duelo), una mejora de habilidades personales (autoestima, habilidades sociales, estrategias de afrontamiento...), asesoramiento en procesos de toma de decisiones y solución de problemas, orientación para padres, o una mejora del rendimiento escolar de nuestros hijos y aprendizaje de técnicas de estudio... etc.
Conoce nuestras terapias y descubre los pilares sobre los que se asientan nuestros tratamientos.